El brócoli está considerado uno de los vegetales con más nutrientes, forma parte de una de las verduras con más vitamina C y recientemente, un estudio realizado por la Universidad de Lund ha concluido que los brotes de brócoli reducen los niveles de azúcar. Así, este estudio ha identificado una sustancia en el brócoli con un alto efecto positivo en pacientes con diabetes tipo 2.
El brócoli está dotado de un gran poder antioxidante que contrarresta la elevada producción de glucosa.
El consumo de brócoli es especialmente saludable para las personas que sufren diabetes.
Cocinar brócoli sin que huela mal
El único inconveniente que tienen algunas personas a la hora de comer brócoli es que desprende un aroma que al cocinarlo puede resultar un tanto desagradable (nada que ver con su sabor). Tenemos el truco definitivo para evitar este problema, se trata de realizar una cocción rápida. El brócoli es un alimento que se puede consumir crudo, por lo que una cocción rápida nos permitirá disfrutar de todas sus propiedades y su sabor.
Diferentes formas de cocinar el brócoli
- Cocido: con solo 3 minutos de cocción, podrás disfrutar de toda la textura de un brócoli al dente. Un truco es cocinarlo en agua con sal y al retirarlo ponerlo en un bol en agua con hielo.
- Al vapor: cocina durante 10 minutos para obtener una textura agradable y emplea la técnica anterior para acelerar que se enfríe.
- Al horno: es la técnica más fácil de cocinar el brócoli ya que con solo un chorrito de aceite virgen extra, sal, y tus especias favoritas, obtendrás una guarnición deliciosa. También puedes gratinarlo con queso y quedará exquisito. El brócoli al horno se cocina durante aproximadamente 15 minutos.
- Salteado: el brócoli salteado combina genial con otras verduras como la coliflor, la col y la cebolla. En 10 minutos salvarás una comida semanal.
También puedes utilizar el brócoli como base para tus pizzas, tendrás además una versión más sana de pizza apta para celíacos.