El bimi es un híbrido resultado del cruce de la col china y el brócoli que aunque nació hace más de 20 años en Japón, en Europa se comercializa desde hace algo menos.
Prestigiosos chefs cocinan esta verdura que califican como una «superverdura» por su gran cantidad de beneficios, llegando a ser una de las verduras más sanas que existen.
Una porción de 80 g de bimi supone una de las 5 raciones diarias de frutas y hortalizas que la OMS aconseja tomar al día.
Bimi: cargado de nutrientes y vitaminas
En cuanto a nutrientes y vitaminas, no hay verdura que supere al bimi. Sus flores poseen más fibras, proteínas y minerales que el brócoli. Además, también son más fáciles de absorber por nuestro cuerpo.
El bimi también ayuda a reducir la sensación de cansancio ya que cuenta con ácido fólico, una vitamina esencial para la salud. Las embarazadas deberían consumir al menos 40 microgramos de ácido fólico antes y durante los primeros meses, ya que reduce significativamente el riesgo de que el bebé sufra deformaciones congénitas.
Este superalimento también cuenta con propiedades anticancerígenas gracias a su contenido en magnesio, zinc, carotenos y glucosinolatos.
Ayuda a reducir la retención de líquidos al ser rico en potasio, que estimula la eliminación de sustancias de desecho de nuestro organismo. Previene las enfermedades cardiovasculares ya que contiene polifenoles, unos perfectos antioxidantes naturales que cuidan de nuestra salud cardiovascular.
¿Cómo tomar el bimi?
A la hora de consumirlo, el bimi ofrece una gran versatilidad ya que lo podemos tomar cocido, hervido, a la plancha, al horno y hasta crudo. Es ideal para acompañar con otros vegetales y sirve para sustituir guarniciones más pesadas como las patatas fritas.
Existen multitud de recetas para cocinar con bimi, que puedes tomar en cualquier momento del día tanto como entrante, plato principal y ¡hasta en el desayuno! ¿te animas?